Páginas

lunes, 23 de noviembre de 2009

Lula le pidió a Ahmadinejad buscar una "solución justa" a la cuestión nuclear

Ávido de mostrarse como un líder global, pero con polémica, el presidente brasileño, Lula da Silva, recibió a su polémico par iraní, Mahmud Ahmadinejad. En medio de fuertes críticas y algunas protestas por la visita, Lula dijo que le reclamó a Teherán buscar "una solución justa y equilibrada" a las controversias por el desarrollo nuclear del país asiático.

El encuentro duró tres horas. A su término, el mandatario brasileño expresó que su país reconoce el derecho de Irán a un programa nuclear con fines pacíficos, siempre que vaya acompañado por el "pleno respeto a los acuerdos internacionales".

De todos modos, Lula pidió expresamente a Ahmadinejad que no cese los esfuerzos para "continuar los contactos con países interesados (las potencias occidentales) para una solución justa y equilibrada a la cuestión nuclear en Irán".

El brasileño había tenido que salir a defender el encuentro luego del repudio de grupos judíos, de derechos humanos y homosexuales. El argumento del presidente se basó en la necesidad de conversar con todos los actores para lograr la paz en Oriente Medio. Entre otras declaraciones que despertaron la ira de buena parte de la comunidad internacional, el líder iraní negó el Holocausto y llamó a la destrucción de Israel.

Lula exaltó el papel que puede desempeñar Brasil en esas negociaciones y apuntó que pocas naciones tienen el privilegio de recibir en quince días a los presidentes de Israel, Shimon Peres; de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, y de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, tres de los países con mucha responsabilidad con la paz en aquella convulsionada región.

Antes de la reunión, en su habitual programa radial de los lunes "Café con el Presidente", Lula rechazó el criterio de que sólo debía recibir a uno de ellos. "Si usted tiene un conflicto, una divergencia muy larga, de mucho tiempo, no avanza si aísla a las personas", señaló, según reprodujo Prensa Latina.

"De nada sirve dejar a Irán aislado. Si Irán es un actor importante en toda esa discordia, es importante que alguien se siente con Irán, converse con Irán y busque un equilibrio para que volvamos a tener una cierta normalidad en Oriente Medio'', dijo Lula.

Ahora, Ahmadinejad tiene previsto viajar a Bolivia y Venezuela, y posteriormente a Gambia y Senegal. El aterrizaje en estas tierras será seguramente menos convulsionado para el iraní: en Río de Janeiro, un grupo de 300 personas manifestó su repudio en la playa Ipanema cuando arribó a Brasil.
publicado en Clarín

No hay comentarios:

Publicar un comentario