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miércoles, 9 de diciembre de 2009

Escribir un lid y no morir en el intento

por Anahí Lovato

Para los principiantes en la redacción de noticias la construcción del lid suele presentarse como una tarea difícil de desentrañar y, por tanto, aún más complicada para desarrollar con eficacia.

Pero, tranquilos: escribir un lid es una actividad compleja hasta para los más viejos y entrenados en la profesión. Y esto es así porque en el lid se ponen en juego muchas competencias del redactor. Está claro que para escribir buenos lids lo más importante es practicar, entrenar duro con la escritura.

Si el problema es empezar, aquí van algunas cuestiones que es importante tener en cuenta cada vez que nos enfrentamos al desafío de escribir la entrada de una noticia…

Recordemos para comenzar que el lid es el primer párrafo de la noticia, la “cabeza” de la información. En una noticia con estructura de pirámide invertida -donde el fundamento de la composición del texto es el criterio de interés de la información- el lid concentra, en unas pocas líneas, lo más importante del acontecimiento.

Sabemos que las noticias están constituidas por una serie de elementos básicos: el hecho, el sujeto, el tiempo, el lugar, la finalidad y la forma; y que esos elementos se encuentran respondiendo a las “5 W” (mejor dicho 6). Pero, ¿a qué preguntas debemos responder en el lid? ¿Cuál es la información más importante? ¿Cómo la reconocemos? Intentemos desenrollar el ovillo…

La valoración de la información

Para escribir un lid es necesario valorar la información. Valorar es evaluar, establecer un orden de importancia, una jerarquía sobre aquello que en principio era equivalente. Implica reconocer elementos principales y elementos secundarios. Esto quiere decir que mientras que los hechos ocurren en un orden natural (cronológico) en la realidad, los redactores de noticias realizaremos un reordenamiento pragmático de los datos en el momento en que valoremos la información y establezcamos jerarquías para llevar a cabo el propósito esencial de nuestro texto noticioso: informar.

Para valorar la información será necesario tener en cuenta, en primer lugar, el tema y la audiencia de la noticia. Debemos tener en claro qué queremos decir y a quién se lo vamos a decir. Y por supuesto el medio donde lo vamos a decir. La valoración de la información está, por tanto, estrechamente relacionada con la etapa de pre-planificación de las noticias. También, con la etapa de planificación, puesto que, luego reconocer los elementos de la noticia en la planificación por preguntas, intentaremos distribuir la información en párrafos y designaremos qué información aparecerá en el lid. En relación a este intrincado juego de variables podremos reconocer qué es lo más importante de la noticia.

Veamos un ejemplo:

¿Qué? Ganó Central
¿Quién? Rosario Central frente a Racing
¿Cuándo? Ayer, Domingo
¿Dónde? De local, en el Gigante de Arroyito
¿Cómo? Por 1 a 0, con gol del Killy González de penal.
¿Por qué? / ¿Para qué? El triunfo le permitió a Central salir de zona de promoción y salvarse del descenso.

Esta noticia hipotética nos permitirá ver más claramente como funcionan las operaciones. Pensemos, primero, que la noticia se escribe para un medio rosarino: el acontecimiento será muy importante porque se trata de un equipo de la ciudad, del cual probablemente son hinchas muchos de los lectores. Por tanto nuestra noticia ocupará un lugar destacado en el diario y se dispondrán varias líneas para la información relacionada con este hecho. El hecho (el qué) será muy importante, al igual que el quién. Visto y considerando que no se trata de un triunfo más sino que trae consecuencias positivas importantísimas para el equipo rosarino, el por qué/para qué pasará inmediatamente a formar parte del lid. ,

Pensemos ahora que la noticia se escribe para un diario de Avellaneda (Bs. As.): la noticia cambiará rápidamente. ¿Cuál es el qué? ¿Ganó Central o perdió Racing? ¿Quién es el protagonista? ¿Qué les interesará más a los lectores de ese diario? ¿Qué Central se salve de la promoción o que Racing descienda?

Imaginemos otra situación: en la localidad de Campana un hombre asesinó a su mujer. El cómo tiene hasta aquí una importancia relativa. Supongamos que la acuchilló. Le dio una puñalada. Nuestro lid dirá entonces que un hombre asesinó a su mujer de una puñalada. ¿En qué lugar del cuerpo recibió la mujer la puñalada? ¿De qué profundidad fue la herida? Hasta aquí no son datos demasiado relevantes, por eso irán como ampliación de la información en el cuerpo. Ahora bien, supongamos que el hombre la asesinó dándole 112 puñaladas. ¡Entonces el cómo se vuelve todavía más importante que el asesinato en sí! ¡Se trata de un hecho extraordinario, absolutamente fuera de lo normal! ¡No solo irá al lid, estará seguramente en el titular y con un cuerpo de letra grande! ¿Por qué? Porque lo importante es también lo atractivo de la noticia: tenemos que seducir al lector, atraparlo, inducirlo a continuar la lectura. Para lograr este cometido nuestras herramientas más importantes son el lid y el conjunto de titulares.

De los ejemplos anteriores podemos sacar algunas conclusiones claras sobre la construcción del lid, a saber:

1. El lid no es la respuesta a todas las preguntas de la noticia y tampoco agota los datos que tenemos sobre el acontecimiento. Se trata de información concentrada que se desarrollará y complementará posteriormente en el cuerpo de la noticia.

2. No existe una regla que asegure que determinadas preguntas son las más importantes y deben estar respondidas obligatoriamente en el lid. Muchas personas creen, erróneamente, que las preguntas más importantes son QUÉ-QUIÉN-CUÁNDO-DÓNDE, y que responder a esas preguntas da como resultado un buen lid. No es verdad. Hemos visto que, en ocasiones, el POR QUÉ o el CÓMO pueden ser tan o más importantes que el QUÉ.

3. El tema, la audiencia y el medio pueden cambiar radicalmente la construcción de una noticia y de un lid. Por eso es tan importante realizar correctamente la etapa de pre-planificación.

Una dificultad que se repite: el protagonista

Cuando escribimos lids muchas veces sucede que no sabemos cómo enunciar al protagonista de los hechos. Nos pasa que tenemos entre los datos el nombre completo del sujeto que llevó a cabo la acción, pero dudamos si ponerlo en el lid o en algún párrafo del cuerpo de la noticia.

Pues bien, hay noticias donde el nombre de la persona es extremadamente importante porque se trata de personalidades públicamente reconocidas. Esas personas suelen producir noticias constantemente, con cualquier hecho que protagonicen, e incluso con cualquier declaración que hagan. Son “newsmakers”: hacedores de noticias. En esas circunstancias no podemos obviar el dato del nombre. Pero cuando los sujetos son desconocidos, hacerlos aparecer en el lid crea la sensación de que se trata de personas importantes, y entonces los lectores empezamos a preguntarnos quiénes son y por qué no las conocemos.

Retomemos el ejemplo del asesinato. Supongamos que quien cometió el crimen se llama Pepe Pérez. Si en el lid ponemos “Pepe Pérez asesinó a su mujer”, en lugar de informar no haremos más que desconcertar a nuestros lectores. Lo correcto sería que en el lid introdujéramos al sujeto usando una construcción como “un hombre asesinó a su mujer …” y que luego en el cuerpo detalláramos la información diciendo, por ejemplo, “Pepe Pérez, de 51 años, cometió el crimen tras…”. De otro modo ocurriría si quien mató a su mujer fuera un famoso actor de telenovelas. En ese caso el nombre sería lo más importante de la noticia.

El lid y los titulares

En los diarios las noticias aparecen presentadas por un titular principal y otras formas de titulación como la volanta y el cintillo. Además muchos textos noticiosos presentan también una bajada o un copete. Operando con este conjunto de titulares, el redactor deberá pensar estratégicamente para que la información de cada uno de ellos complemente los datos del anterior reiterando información pero sin producir repeticiones molestas para la lectura.

Para lograrlo es primordial valerse de sinónimos y probar varios modos de redactar la misma información. En este sentido el lid no debe omitir información importante sólo porque ya fue dicha en los titulares. Como “cabeza” de la noticia el lid deberá retomar todo lo anunciado y expresarlo otra vez de modo claro y conciso. El cuerpo de titulares y el lid tienen que poder funcionar de manera coherente. La paráfrasis es la operación requerida para conseguirlo.

Suele suceder, muchas veces, que nos resulta difícil “encontrarle la vuelta” al lid. No sabemos cómo empezar o el modo como comenzamos no nos resulta práctico para seguir la redacción. Una buena táctica en estos casos puede ser probar diferentes “ventanas” para empezar. Si no funciona con el quién quizás funcione mejor con el cuándo. La cuestión es siempre no tenerle miedo a experimentar.
*texto original / Weblog Redacción 1
Universidad Nacional de Rosario

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