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martes, 26 de enero de 2010

Literatura y periodismo


por Rosa Montero

El periodismo abarca muchas especialidades: puedes ser periodista de dirección, de mesa, de televisión... Yo me voy a referir tan sólo a los periodistas de prensa escrita, a aquellos que se dedican a hacer piezas concretas de texto, artículos, reportajes, entrevistas, crónicas. Ese tipo de periodismo es un género literario, un género equiparable a cualquier otro, a la poesía, el drama, la ficción, el ensayo. Puede alcanzar cotas de excelencia literaria tan altas como cualquier otra obra, como lo demuestra, por ejemplo, "A sangre fría", el maravilloso libro de Truman Capote, que no es ni más ni menos que un reportaje. Es muy raro el escritor que cultiva un solo género; lo habitual es que se sea poeta y ensayista, narrador y dramaturgo... Yo me considero una escritora que escribe ficción, ensayo y periodismo. No sé por qué a la gente le parece sorprender que compagines periodismo y narrativa, cuando es algo que se ha hecho hasta la saciedad. Si miramos la lista de los mejores escritores de los dos últimos siglos, por lo menos la mitad, si no más, han sido periodistas. Y no me refiero ya a Hemingway y García Márquez, que son los nombres que siempre se citan, sino a George Eliot, Mark Twain, Oscar Wilde, Graham Greene, Balzac, Rudyard Kipling y cien mil más. Es algo muy común.

Dentro de los tres géneros que cultivo, el periodismo es para mí el oficio, el empleo, algo exterior. Me gusta mucho, pero puedo concebir mi vida perfectamente sin trabajar como periodista. La narrativa, en cambio, es algo estructural en mi existencia. Es mi manera de vivir, y me da terror sólo pensar en que un día se pudiera acabar la pasión por escribir ficción.

Hay que tener muy claro, sin embargo, que cada género tiene sus normas, sus reglas; y hay que atenerse a ellas para hacerlo bien. No puedes escribir una obra de teatro como si hicieras un ensayo, porque sería un plomo y aburridísima; no puedes escribir un ensayo como si fuera poesía, porque probablemente le faltaría rigor. Del mismo modo, no puedes escribir una novela como si fuera periodismo, o harás una mala novela, y no puedes escribir periodismo como si fuera ficción, porque harás mal periodismo. El periodismo y la narrativa son géneros muy distintos, incluso muchas veces antitéticos. Por ejemplo, en periodismo la claridad es un valor; cuanto más clara, más precisa y menos alejada del equívoco sea una pieza periodística, mejor será. Y en novela, en cambio, lo que es un valor es la ambigüedad. Digamos que en periodismo hablas de lo que sabes, y en novela de lo que no sabes que sabes. Conociendo bien los límites de uno y otro género, puedes pasar de uno a otro sin problemas, como aquellas personas que conocen dos idiomas y pasan de uno a otro sin más conflictos.

1 comentario:

  1. Una crítica sobre la crítica
    por: Bermaries 4002-10 am

    De muchas, la primera pregunta que me surgió después de haber visto el documental 9/11: Press for truth, fue: Y después que?

    (Adelanto que se muy poquito y que temas como este no los discuto con mucha frecuencia, pero aquí les va…)

    En este documental, me atrevo decir, se explora el tema de los posibles causantes de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. Es presentada la información que descubre someramente a los culpables del mismo, a través de evidencia presentada en artículos de prensa escrita, noticias y entrevistas televisadas.

    Es señalada la incompetencia del gobierno estadounidense. Parecería que dicho gobierno tuvo conocimiento previo de los atentados. Como si todo hubiese sido planificado por este y el resto de los culpables, quienes quiera que fueren.

    Curiosamente percibí, hasta cierto punto, que periodistas y medios de comunicación fueron protegidos por los creadores del documental. Como si la prensa no tuviese la mayor de las responsabilidades sobre lo que verdaderamente pasó: definitivamente debe ser la responsable de que la verdad se sepa, ante todo.

    Además, la participación de unas viudas de las víctimas de lo ocurrido, fue algo interesante: Una lucha del género femenino en representación de los familiares de las víctimas del 9/11, y la creación de estos personajes heroicos que van tras la verdad contra lo que sea y contra quien sea. Es, también, algo admirablemente hermoso.

    Entonces, surge ese movimiento, se conocen unas cuantas “verdades” y ahora me pregunto: Después de esto, qué? Después de estas investigaciones y descubrimientos, qué? Acaso es justo que el gobierno, supuesto culpable de la muerte de tantas personas, se libre del castigo merecido? Será justo que los culpables salgan impunes por el hecho de ser del mismísimo gobierno? *Será que estas investigaciones hechas sobre el tema, junto a las supuestas verdades descubiertas, sean una manta que protege otra verdad?*...

    Entiendo que, si estas mujeres verdaderamente hubiesen sido una amenaza para el gobierno, por lo que estaban investigando y descubriendo, entonces se hubiesen convertido inmediatamente en cadáveres, como ha sucedido con muchos. No será esta la manta que mencioné? Aunque suene un poco descabellado y delirante, No serán ellas la manta?...
    Por cosas como estas, que suelen pasar, (montajes para despertar la impotencia y el miedo en las personas, verdades ocultas, a medias, maquilladas, etcétera) se debe hacer el ejercicio arriesgado de la crítica sobre la crítica, porque uno nunca sabe… A pesar de todo me pareció un buen documental…

    (disculpen los signos de interrogación)

    Bendiciones...

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