Este reportaje debe orientarse a un tema de relevancia social. Su elaboración debe ser consecuente con las exigencias de este tipo de trabajo: manejo de diversas fuentes, cotejo de documentos pertinentes, entrevistas a sujetos reales, preferiblemente en persona; acopio de gráficas e imágenes; presentación adecuada, ortografía y orden apropiado, entre otros.
Requisitos:
1. EXTENSIÓN: de 3 a 5 páginas ( a dos espacios, new times roman)
2. ENTREVISTAS: entre cinco y diez sujetos reales
3. FORMATO: debe incluir imágenes y/o gráficas y tablas, si fuera necesario.
4. ENTREGA: 21 de diciembre de 2010.
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lunes, 6 de diciembre de 2010
martes, 13 de julio de 2010
Algunos leads: hagamos un análisis
El Colegio de Abogados de Puerto Rico realizó vistas públicas en su Sala de Juntas los días ocho y nueve de julio. Estas vistas fueron dirigidas por la Comisión sobre Fiscalización del Estado Actual de los Derechos Constitucionales. Según el comunicado de prensa de éste cuerpo “el objetivo de la Comisión es contextualizar las denuncias a las violaciones a derechos constitucionales relacionadas a los eventos del 20 de junio de 2010 en El Capitolio”. A base de diversos testimonios y evidencias, que esperan recopilar en las deponencias del pueblo, harán un análisis final para determinar si llevan el caso a entidades internacionales.
(COMENTARIO: Excesivamente largo. No captura un dato original, sino que informa algo que ya se sabe)
El Colegio de Abogados de Puerto Rico se dio a la tarea de organizar unas vistas públicas con el fin de recopilar evidencia testifical relacionada a los actos de violencia por parte de la Policía y la Fuerza de Choque ocurridos el 30 de junio frente al Capitolio en medio de una manifestación estudiantil.
Luego de dos días de vistas públicas, el Colegio de Abogados (CAPR), culminó la recopilación de evidencia acerca de los incidentes de violencia ocurridos el pasado 30 de junio frente al Capitolio.
Con la voz entrecortada y una mirada de asombro Emma Alvarado, narró como vivió una pesadilla al verse envuelta en el motín ocurrido en el Capitolio el pasado 30 de junio de 2010.
OPCIÓN
Con la voz entrecortada y una mirada de asombro, Emma Alvarado narró su pesadilla al verse en medio del motín ocurrido en el Capitolio el pasado 30 de junio de 2010.
Más testimonios del motín en el Capitolio
Testigos ponen en evidencia el abuso policiaco
Cabezas rotas, cuerpos tirados en el piso y nubes de gases lacrimógenos fuero algunas de las imágenes que revivieron dos de los testigos del motín ocurrido en el Capitolio durante el segundo día de las vistas celebradas en el Colegio de Abogados.
"Fui con un grupo de personas mayores a ver las vistas pero cuando llegamos al Capitolio en la entrada había una línea de estudiantes sentados en el piso mientras miembros de la Fuerza de Choque los empujaban con las piernas," contó la fisioterapeuta retirada, Emma Alvarado. El grupo con el que andaba Alvarado había decidido permanecer en el lugar para proteger a los estudiantes cuando, según el testimonio, empezaron los gases lacrimógenos.
"Ví cabezas rotas, un muchacho que sangraba cerca del ojo, estudiantes que habían perdido el conocimiento. (...) Cuando pararon los gases, los estudiante cantaban con tanto ánimo que yo pensé 'esto es pa' largo' ".
En aquel momento la sexagenaria vio como los oficiales iban ganando espacio en la plazoleta, disminuyendo el espacio de los estudiantes. Su grupo se disponía a partir cuando escucharon gritos y presenciaron "una estampida de estudiantes." En ese momento la testigo dice haber observado a uno de los policías sacar un arma y lanzar tiros al aire y hacia la multitud.
"Yo le gritaba, '¿porqué los vas a matar?' y él me respondía ¿qué quieres, que nos quedemos aquí como unos pendejos?''
Tanto Alvarado como Gabriela Camacho, otra deponente, negaron haber apuntado los números de placa de los oficiales de la Fuerza de Choque. Lo que sí recordó Camacho fue ver al oficial que durante la huelga de la UPR le había comentado que de quienes se tenían que cuidar los estudiantes era de una división de la Fuerza de Choque llamada "Los Cien".
Para Camacho los oficiales que participaron del motín el 30 de junio eran parte de esa división. "Eran más grandes que el resto, llenos de tatuajes, con cascos que decían 'Lethal Wapon'. Un amigo mío dice que tienen piernas por brazos.”
Cabezas rotas, cuerpos tirados en el piso y nubes de gases lacrimógenos fuero algunas de las imágenes que revivieron dos de los testigos del motín ocurrido en el Capitolio durante el segundo día de las vistas celebradas en el Colegio de Abogados.
"Fui con un grupo de personas mayores a ver las vistas pero cuando llegamos al Capitolio en la entrada había una línea de estudiantes sentados en el piso mientras miembros de la Fuerza de Choque los empujaban con las piernas," contó la fisioterapeuta retirada, Emma Alvarado. El grupo con el que andaba Alvarado había decidido permanecer en el lugar para proteger a los estudiantes cuando, según el testimonio, empezaron los gases lacrimógenos.
"Ví cabezas rotas, un muchacho que sangraba cerca del ojo, estudiantes que habían perdido el conocimiento. (...) Cuando pararon los gases, los estudiante cantaban con tanto ánimo que yo pensé 'esto es pa' largo' ".
En aquel momento la sexagenaria vio como los oficiales iban ganando espacio en la plazoleta, disminuyendo el espacio de los estudiantes. Su grupo se disponía a partir cuando escucharon gritos y presenciaron "una estampida de estudiantes." En ese momento la testigo dice haber observado a uno de los policías sacar un arma y lanzar tiros al aire y hacia la multitud.
"Yo le gritaba, '¿porqué los vas a matar?' y él me respondía ¿qué quieres, que nos quedemos aquí como unos pendejos?''
Tanto Alvarado como Gabriela Camacho, otra deponente, negaron haber apuntado los números de placa de los oficiales de la Fuerza de Choque. Lo que sí recordó Camacho fue ver al oficial que durante la huelga de la UPR le había comentado que de quienes se tenían que cuidar los estudiantes era de una división de la Fuerza de Choque llamada "Los Cien".
Para Camacho los oficiales que participaron del motín el 30 de junio eran parte de esa división. "Eran más grandes que el resto, llenos de tatuajes, con cascos que decían 'Lethal Wapon'. Un amigo mío dice que tienen piernas por brazos.”
Amargos recuerdos inundan el Colegio de Abogados
Rostros compungidos y voces entrecortadas prevalecieron entre los testigos que asistieron en la tarde del 8 de julio al Colegio de Abogado para relatar su experiencia en la última trifulca entre manifestantes y la policía en el Capitolio.
Más de una veintena de personas contaron de principio a fin el desarrollo de la sangrienta tarde que vivieron. Explicaron cómo algunos terminaron con sus cabezas abiertas y contusiones por su cuerpo.
“Llegué e inmediatamente supe que me había parado en el lugar incorrecto porque un proyectil de gas lacrimógeno me cayó en la cabeza”, contó Jorge Silva integrante de la banda Cultura Profética.
Según Silva fue entonces cuando comenzó el tercer conflicto del día, mas no lograba recordar mucho de lo acontecido porque al ver su cara y manos repletas de sangre, poco a poco fue perdiendo el conocimiento.
Esa tarde los centros de tratamiento más cercanos al área del Capitolio se abarrotaron de jóvenes con heridas similares y en ninguna de la salas de emergencia hubo rastro de algún uniformado. Al menos eso aseguraban los testigos cada vez que la junta de abogados que moderaba la vista les
cuestionaba si habían visto algún oficial de la policía en las salas de emergencias.
Los abogados le preguntaron a la mayoría de los declarantes si podrían identificar a los oficiales de la policía que les agredieron o si alguno de estos les habían ofrecido ayuda, a lo cual muchos respondían que en ese momento solo buscaban salir lo menos lastimados de allí y que se ayudaban manifestantes entre sí.
“Cuando iba ya saliendo me enfrenté a un grupo de policías que estaban bloquiando la calle y le empecé a gritar a los que venían detrás que virarán y me cerraron el paso; me dieron en el hombro, en el costado, en las manos y en la cabeza y ya no pude más” contaba Gustavo Vega, estudiante de la UPR. “Cómo los voy a identificar si eran como tres o cuatro dándome a la vez”, explicó Vega.
Más de una veintena de personas contaron de principio a fin el desarrollo de la sangrienta tarde que vivieron. Explicaron cómo algunos terminaron con sus cabezas abiertas y contusiones por su cuerpo.
“Llegué e inmediatamente supe que me había parado en el lugar incorrecto porque un proyectil de gas lacrimógeno me cayó en la cabeza”, contó Jorge Silva integrante de la banda Cultura Profética.
Según Silva fue entonces cuando comenzó el tercer conflicto del día, mas no lograba recordar mucho de lo acontecido porque al ver su cara y manos repletas de sangre, poco a poco fue perdiendo el conocimiento.
Esa tarde los centros de tratamiento más cercanos al área del Capitolio se abarrotaron de jóvenes con heridas similares y en ninguna de la salas de emergencia hubo rastro de algún uniformado. Al menos eso aseguraban los testigos cada vez que la junta de abogados que moderaba la vista les
cuestionaba si habían visto algún oficial de la policía en las salas de emergencias.
Los abogados le preguntaron a la mayoría de los declarantes si podrían identificar a los oficiales de la policía que les agredieron o si alguno de estos les habían ofrecido ayuda, a lo cual muchos respondían que en ese momento solo buscaban salir lo menos lastimados de allí y que se ayudaban manifestantes entre sí.
“Cuando iba ya saliendo me enfrenté a un grupo de policías que estaban bloquiando la calle y le empecé a gritar a los que venían detrás que virarán y me cerraron el paso; me dieron en el hombro, en el costado, en las manos y en la cabeza y ya no pude más” contaba Gustavo Vega, estudiante de la UPR. “Cómo los voy a identificar si eran como tres o cuatro dándome a la vez”, explicó Vega.
vIOLENCIA DE GÉNERO EN EL cAPITOLIO
El Colegio de Abogados de Puerto Rico ya comenzó las vistas públicas para recopilar la información y evidencia necesaria con el motivo de aclarar lo ocurrido el pasado 30 de junio frente al capitolio. Entre los relatos, una joven estudiante denunció patentemente la violación de los derechos constitucionales y “el evidente discrimen por género”.
Durante el último día de la sesión legislativa se desató una protesta en las escalinatas del capitolio luego de que se les denegara el acceso a varios estudiantes miembros de la prensa universitaria. Entre estos jóvenes se encontraba Rachel Hiskes, estudiante estadounidense perteneciente al programa de trabajo social, quién asistió a la protesta como una periodista independiente del medio alternativo Onda Alterna. Relató que al llegar allí un grupo de personas no identificadas, les prohibieron la entrada a ella, a un grupo estudiantil. “Decidí sentarme en el piso y comencé a sentir rodillazos y luego me ordenaron, sin ningún tipo de dialogo, a levantarme.” Minutos luego, la joven vio como un civil es escabullía entre los policías para rociarle ‘Pepper Spray’ a su compañero. “Comencé a exigirle respeto” mientras intentaba evitar que le cayera ‘spray’ en su rostro.
“Sentí que me estaban violentando mis derechos, como mujer siento que esto fue una violencia de género” comentóHiskes. “Yo sentí que los ataques más fuertes fueron hacia las mujeres. Yo no fui enviada allí porque soy mujer. Dijeron que las mujeres no tomamos nuestras propias decisiones, el que dijo eso fue una persona machista.” Concluyó la joven luego de que uno de los abogados le había comentado a cerca de los rumores de parte de la policía de que el Partido Socialista estaba enviando a las mujeres a las protestas como carnadas.
Una semana después del altercado, la joven todavía muestras fuertes marcas en su cuerpo a causa de los macanazos que recibió de parte de la policía. Por su parte, el superintendente de la Policía José Figueroa Sancha declinó su participación a las vistas públicas.
El Colegio de Abogados realiza vistas públicas para recopilar datos sobre posibles violaciones constitucionales de parte del actual gobierno.
El Colegio de Abogados realiza vistas públicas para recopilar datos sobre posibles violaciones constitucionales de parte del actual gobierno.
El Colegio de Abogados de Puerto Rico realizó vistas públicas en su Sala de Juntas los días ocho y nueve de julio. Estas vistas fueron dirigidas por la Comisión sobre Fiscalización del Estado Actual de los Derechos Constitucionales. Según el comunicado de prensa de éste cuerpo “el objetivo de la Comisión es contextualizar las denuncias a las violaciones a derechos constitucionales relacionadas a los eventos del 20 de junio de 2010 en El Capitolio”. A base de diversos testimonios y evidencias, que esperan recopilar en las deponencias del pueblo, harán un análisis final para determinar si llevan el caso a entidades internacionales.
Hubo varias personas que asistieron, incluyendo a líderes religiosos, profesionales y estudiantes a ofrecer su versión de los hechos respecto a lo sucedido en El Capitolio. Entre ellas se encontraba una estudiante de Derecho de la Universidad Interamericana que relataba que mientras esperaban en El Capitolio los policías le indicaron al grupo reunido que debían moverse para poder sacar algunos vehículos que iban a utilizar y ante su negativa respondió la Unidad de Operaciones Tácticas, arremetiendo contra ellos. Como hemos de saber sus estrategias de trabajo están compuestas por macanazos, gases lacrimógenos y gas pimienta. La joven estudiante también comentó como esta unidad le hablar vulgarmente a la prensa. Su testimonio concluyó explicando una evaluación médica que le diagnosticó miositis cervical como consecuencia de los brutales golpes recibidos ése día.
Testificó también en las vistas el ministro bautista Juan A. Gutiérrez. El reverendo además de relatar los hechos de violencia contó que en dos años que trabajó como asesor legislativo, nunca la ‘Fuerza de Choque’ había operado de la forma en que lo hizo el 30 de junio. Además de enfatizar que la seguridad interna de la Casa de Las Leyes era quien “daba instrucciones a ellos [policías y fuerza de choque]”. Como resultado de los golpes y las operaciones policiales el líder espiritual sufre una conjuntivitis química y cuenta solo con un 50% de capacidad pulmonar, al momento de testificar.
Sucesivamente expusieron sus experiencias Irma Lugo Nazario y la estudiante Gabriela Camacho Negrón entre otros. La versión de la Sra. Lugo surge de las vivencias cerca del Teatro Tapia “donde no estaba pasando nada’’. La estudiante, resaltó en su turno de alocución como uno de los guardias le prohibió ayudar a una joven mujer, indicando que si lo hacía sufriría serias consecuencias.
A las 5:00p.m. darían fin a las vistas para reunirse el Colegio a las 6:00pm y comenzar en análisis de los hechos y la revisión de las evidencias recopiladas, tales como videos, fotos y testimonios escritos.
El Colegio de Abogados de Puerto Rico realizó vistas públicas en su Sala de Juntas los días ocho y nueve de julio. Estas vistas fueron dirigidas por la Comisión sobre Fiscalización del Estado Actual de los Derechos Constitucionales. Según el comunicado de prensa de éste cuerpo “el objetivo de la Comisión es contextualizar las denuncias a las violaciones a derechos constitucionales relacionadas a los eventos del 20 de junio de 2010 en El Capitolio”. A base de diversos testimonios y evidencias, que esperan recopilar en las deponencias del pueblo, harán un análisis final para determinar si llevan el caso a entidades internacionales.
Hubo varias personas que asistieron, incluyendo a líderes religiosos, profesionales y estudiantes a ofrecer su versión de los hechos respecto a lo sucedido en El Capitolio. Entre ellas se encontraba una estudiante de Derecho de la Universidad Interamericana que relataba que mientras esperaban en El Capitolio los policías le indicaron al grupo reunido que debían moverse para poder sacar algunos vehículos que iban a utilizar y ante su negativa respondió la Unidad de Operaciones Tácticas, arremetiendo contra ellos. Como hemos de saber sus estrategias de trabajo están compuestas por macanazos, gases lacrimógenos y gas pimienta. La joven estudiante también comentó como esta unidad le hablar vulgarmente a la prensa. Su testimonio concluyó explicando una evaluación médica que le diagnosticó miositis cervical como consecuencia de los brutales golpes recibidos ése día.
Testificó también en las vistas el ministro bautista Juan A. Gutiérrez. El reverendo además de relatar los hechos de violencia contó que en dos años que trabajó como asesor legislativo, nunca la ‘Fuerza de Choque’ había operado de la forma en que lo hizo el 30 de junio. Además de enfatizar que la seguridad interna de la Casa de Las Leyes era quien “daba instrucciones a ellos [policías y fuerza de choque]”. Como resultado de los golpes y las operaciones policiales el líder espiritual sufre una conjuntivitis química y cuenta solo con un 50% de capacidad pulmonar, al momento de testificar.
Sucesivamente expusieron sus experiencias Irma Lugo Nazario y la estudiante Gabriela Camacho Negrón entre otros. La versión de la Sra. Lugo surge de las vivencias cerca del Teatro Tapia “donde no estaba pasando nada’’. La estudiante, resaltó en su turno de alocución como uno de los guardias le prohibió ayudar a una joven mujer, indicando que si lo hacía sufriría serias consecuencias.
A las 5:00p.m. darían fin a las vistas para reunirse el Colegio a las 6:00pm y comenzar en análisis de los hechos y la revisión de las evidencias recopiladas, tales como videos, fotos y testimonios escritos.
En juego la postura policiaca de acuerdo a testimonios en vistas públicas
Luego de dos días de vistas públicas, el Colegio de Abogados (CAPR), culminó la recopilación de evidencia acerca de los incidentes de violencia ocurridos el pasado 30 de junio frente al Capitolio.
La Comisión Especial de Fiscalización del Estado Actual de los Derechos Constitucionales determinó que los periodos de audiencia serían de 9:00 am a 5:00 pm en el Salón de Actos del CAPR. Cada deponente tendría un límite de 10 minutos para testificar.
El colegiado Enrique Juliá Ramos inició su testimonio explicando que, al llegar al Capitolio, notó que los participantes “no tenían disponible la plazoleta, que es usualmente el área designada para que el pueblo haga sus manifestaciones.” Añadió que en ningún momento vio lanzamiento de objetos de parte de ellos. No obstante, describió como un guardia sin identificación golpeó con varios macanazos a un señor que parecía tener más de 50 años.
“Puedo identificar su rostro donde sea que lo vea. Su cara jamás se me va a olvidar.”, declaró respecto al policía.
Raiza López Colón, estudiante de 21 años de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, fue una de los jóvenes que resultó herida de lo que originalmente se había planeado como una “manifestación pacífica.” Narró que respiró gases lacrimógenos, que la empujaron y que la golpearon con una macana en la cabeza y en las costillas. “De milagro no se me rompieron (las costillas).”
El penúltimo declarante fue el Licenciado Rafael Emmanuelli-Jiménez, quien se identificó como miembro del CAPR y como padre y tío de estudiantes huelguistas. Emmanuelli-Jiménez estaba guiando cerca del Capitolio con su esposa y su hija de 16 años en el auto, cuando vio una “fila de policías sin placas” pasarle por el lado. Segundos después, inicia un intercambio de palabras que culmina cuando un oficial de la Fuerza de Choque le rompió el cristal trasero a su vehículo. (http://www.youtube.com/watch?v=FKzauEqT5Vo)
“Mi hija pudo haber perdido la vida con un macanazo de esa fuerza en la cabeza.”, sostuvo con voz afligida. “A mí nunca me habían apuntado con una arma de fuego.”
La sesión finalizó con Luis Raúl Alvarado, un abogado que aseguró haber intentado conversar y ser mediador mientras se daban los eventos, contrario a las expresiones públicas del Superintendente de la Policía de Puerto Rico, José Figueroa Sancha.
La Comisión Especial de Fiscalización del Estado Actual de los Derechos Constitucionales determinó que los periodos de audiencia serían de 9:00 am a 5:00 pm en el Salón de Actos del CAPR. Cada deponente tendría un límite de 10 minutos para testificar.
El colegiado Enrique Juliá Ramos inició su testimonio explicando que, al llegar al Capitolio, notó que los participantes “no tenían disponible la plazoleta, que es usualmente el área designada para que el pueblo haga sus manifestaciones.” Añadió que en ningún momento vio lanzamiento de objetos de parte de ellos. No obstante, describió como un guardia sin identificación golpeó con varios macanazos a un señor que parecía tener más de 50 años.
“Puedo identificar su rostro donde sea que lo vea. Su cara jamás se me va a olvidar.”, declaró respecto al policía.
Raiza López Colón, estudiante de 21 años de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, fue una de los jóvenes que resultó herida de lo que originalmente se había planeado como una “manifestación pacífica.” Narró que respiró gases lacrimógenos, que la empujaron y que la golpearon con una macana en la cabeza y en las costillas. “De milagro no se me rompieron (las costillas).”
El penúltimo declarante fue el Licenciado Rafael Emmanuelli-Jiménez, quien se identificó como miembro del CAPR y como padre y tío de estudiantes huelguistas. Emmanuelli-Jiménez estaba guiando cerca del Capitolio con su esposa y su hija de 16 años en el auto, cuando vio una “fila de policías sin placas” pasarle por el lado. Segundos después, inicia un intercambio de palabras que culmina cuando un oficial de la Fuerza de Choque le rompió el cristal trasero a su vehículo. (http://www.youtube.com/watch?v=FKzauEqT5Vo)
“Mi hija pudo haber perdido la vida con un macanazo de esa fuerza en la cabeza.”, sostuvo con voz afligida. “A mí nunca me habían apuntado con una arma de fuego.”
La sesión finalizó con Luis Raúl Alvarado, un abogado que aseguró haber intentado conversar y ser mediador mientras se daban los eventos, contrario a las expresiones públicas del Superintendente de la Policía de Puerto Rico, José Figueroa Sancha.
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